El jamón ibérico es clave en nuestra gastronomía, pero existen otras variantes del jamón que también forman parte de nuestra vida cotidiana y que en algunas ocasiones se puede confundir con el jamón ibérico.

Y es que, a primera vista, el jamón ibérico y el serrano son muy similares, pero una vez los llevas al paladar, descubres que son productos completamente diferentes. Desde Jamones Bodegas Torrero queremos que tengas toda la información a la hora de comprar un jamón ibérico o serrano.

¿Cuáles son las diferencias entre ambos?

Diferencia entre jamón ibérico y serrano

  • El jamón serrano procede de un cerdo blanco que se puede encontrar en otros países, mientras que el jamón ibérico procede de cerdos de raza ibérica, autóctona de nuestro país, con unas características únicas que hacen que los productos sean de mayor calidad.
  • El precio es otro factor diferencial, y es que, debido a la calidad del jamón ibérico, este tendrá un precio superior al del serrano.
  • Otra de las diferencias está en la alimentación de ambos. El cerdo ibérico se alimenta a base de piensos ricos en ácidos oleicos, mientras que el serrano no, lo cual repercute directamente sobre el sabor de la carne.
  • La elaboración del jamón ibérico es mucho más artesanal y se cura en secaderos naturales, mientras que el jamón serrano, en general, se cura en secaderos artificiales.
  • El color de la carne también nos ayuda a diferenciarlos: la carne del jamón serrano tiene un tono rojo pálido, tirando hacia rosa, en cambio la del jamón ibérico, es un rojo más intenso, y es que cuanto más ibérico sea, es decir más del 75% ibérico, más color vino tinto tendrá el jamón.
  • La pezuña es blanca en el jamón serrano, mientras que, una de las características ideales para diferenciar a la raza ibérica, es que la pezuña del jamón ibérico es negra.
  • El cerdo blanco se cría en naves en cambio, el cerdo ibérico de brida verde, roja y negra, se cría en el campo.
  • Los procesos de curación del jamón serrano, deben estar nueve meses en curación para ser considerado Bodega, 12 meses para ser Reserva y 15 meses para ser un Gran Reserva. En cambio, un jamón ibérico Bodegas Torrero tiene que estar curándose 24 meses como mínimo.
  • La identificación de los jamones ibéricos por la normativa de ASICI, para informar al consumidor, podemos ver en sus envases el color del precinto del jamón, que puede ser negro, verde, rojo o blanco, que nos indicará dentro de su procedencia de cerdo ibérico, las características de su raza y alimentación.

Ahora que conoce las diferencias es el momento de degustar algunos de nuestros Jamones Ibéricos Bodegas Torrero